NOMBRE: María Botto
PAÍS: Argentina
OFICIO: Actriz y directora
PRIMERA VEZ EN ESPAÑA: 1978
CANCIONES PLAYLIST CONQUISTADORAS:
Cambalache, Discepolo
Volver, Carlos Gardel
OBJETO: La maleta de mi abuela. “Esta maleta viajó siempre con mis abuelos cuando nos visitaban en Madrid, en uno de sus últimos viajes se quedó con nosotros. Ha estado conmigo desde entonces”.
BIOGRAFÍA Y VIAJE:
“Nací en Buenos Aires, Argentina, en 1974. Junto a mi familia nos refugiamos en España tras el secuestro y desaparición de mi padre en la dictadura de Videla en 1977.
España ha sido mi casa, mi hogar desde los cuatro años y aquí he crecido desde entonces.
A los ocho comencé mi carrera como actriz, primero con pequeñas apariciones en el cine con películas como Stico, Teo el pelirrojo o Si te dicen que caí, y más tarde descubriendo el teatro y la televisión. He podido trabajar con magníficos directores y directoras que dejaron una huella inmensa en mí y de los que aprendí muchísimo. He sido nominada a los Goya en dos ocasiones. En “Celos”, de Vicente Aranda y en “Soldados de Salamina”, de David Trueba.
Cabe destacar otros títulos como “Seres queridos” de Dominic Harari y Teresa Pelegrí, “Los abajo firmantes” de Joaquín Oristrell, “Silencio roto” de Montxo Armendariz ,“María querida” de José Luis García Sánchez y “Malnazidos” de Javier Ruiz Caldera y Alberto de Toro.
En 2007 tuve la oportunidad de trabajar en la película “My life in ruins” junto a Richard Dreyfuss y dirigida por Donald Petrie que me abrió las puertas del mercado estadounidense. Mis últimos trabajos han sido “Risen” dirigida por Kevin Reynolds, junto a Joseph Fiennes, “Good behavior”, “Mad dogs” de Cris Cole y “Hustle” dirigida por Jeremiah Zagar junto a Adam Sandler.
“Es difícil hablar del exilio, marchar por el terror de la dictadura donde tantos hombres y mujeres perdieron la vida, entre ellos mi padre, se hace doloroso. El terrorismo de estado es el silencio y la
soledad, la desesperanza y la desesperación. Que la maquinaria mediática negara en su momento las torturas y las desapariciones forzadas hizo que no olvidar, intentar recordar, fuera una batalla por la cordura. Una de las pocas armas que tenemos es la memoria. Aquí en España, la memoria democrática. Ni olvido, ni perdón. Reparación histórica”.