LOS OBJETOS-MANTRA
Teníamos una figura mental  cuando tomamos la decisión de dejar nuestra tierra, pero una imagen mental es siempre un sueño que choca contra la realidad y se hace añicos. Nada salió como esperábamos y no son pocas las noches de deshielo en que la pregunta del por qué, se nos hace propia. En esas noches, los objetos-mantra pueden ritualizar el dolor y transformarlo en luz. 
Un pañuelo, una foto, una carta, un frasco de perfume. Pequeñas confirmaciones de esa otra vida que tuvimos. Antes del viaje. Trazamos una línea gruesísima el día en que dejamos nuestra tierra. Pero nuestros objetos-mantra funcionan como pequeños recordatorios de lo que el viaje interrumpe o desvía, pero no mata, un cordón umbilical que se ha desprendido y cuyo futuro es una tierra ignota.
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