NOMBRE: Socorro Venegas
PAÍS: México
OFICIO: Escritora
PRIMERA VEZ EN ESPAÑA: 2019
CANCIÓN PLAYLIST CONQUISTADORAS: Black, Pearl Jam
OBJETO: Jardín, Dulce María Loynaz. "Una mujer y un jardín son dos motivos eternos", escribió Dulce María Loynaz en su maravillosa novela Jardín. Este libro llegó a mí mientras viajaba por Cuba. Acababa de romper con un amante de cabellos largos al que había dejado en un pueblo llamado Alacrán, y cada página me hablaba de esa separación. Todo a mi alrededor era, como decía Loynaz, un "mar hondo y amargo". En Batabanó subí a un hidrodeslizador que la gente llamaba Kometa, una nave alada que me llevó a la Isla de la Juventud, donde me esperaban mis amigos. Comimos langosta todos los días. Bebimos ron. Pagamos con pesos cubanos. Caminé por una playa negra. Leí Jardín”.
BIOGRAFÍA Y VIAJE:
“Soy escritora. Soy lenta para escribir y me interesan muchas cosas. Soy una privilegiada: vivo en el mundo del libro, los escribo, los edito, los he compartido como promotora de lectura, he visto lo que puede un libro en comunidades que imaginan otras vidas posibles gracias a las historias que encuentran entre páginas. También soy la mamá de Marcelo, con quien comparto una conversación infinita; le agradezco tanto que nunca me haya dicho que quería un hermanito, y en cambio que me dijera esto, siendo muy niño, cuando volvía yo de un largo viaje de trabajo: “Me siento más cómodo cuando te veo”.
La primera vez que estuve en España fue en 1999, año en que ganó Francia el Mundial de fútbol. ¿Viajé en tren desde París a Madrid, desde Lisboa, de dónde veía ese tren que nos acunaba con 40 grados en aquel verano? Lo que sí recuerdo es que viajaba al lado de un hombre al que amé muchísimo, sin saber, y él tampoco sabía, que se despedía de la vida. ¿Podría ese recuerdo entrañable convertirse en una coordenada dentro de un mapa?
Algo decisivo en mi relación con España ha sido conocer al editor de Páginas de Espuma, Juan Casamayor. Le envié un libro de cuentos en 2018, y lo publicó en 2019, 20 años después de la primera vez que pisé España. Ser parte de ese catálogo con dos libros míos (La memoria donde ardía y Ceniza roja, ilustrado por Gabriel Pacheco), y otro editado en plena pandemia junto con Juan (Vindictas. Cuentistas latinoamericanas) es una experiencia que atesoro”.
