NOMBRE: Michelle Roche Rodríguez
PAÍS: Venezuela
OFICIO: Escritora y periodista
PRIMERA VEZ EN ESPAÑA: 2015
CANCIONES PLAYLIST CONQUISTADORAS:
Sempre libera, la cabaletta.
De la gran escena del personaje de Violetta Valéry del acto I de la ópera La traviata, de Verdi». Es, en realidad, la canción que mejor me describe por muchas cosas. La adoro desde chiquita. En la entrevista «ping pong» con Babelia, que publicaron el 28 de febrero del 2020, cuando Malasangre acababa de salir me preguntaron: «¿Qué canción escogerías como autorretrato?: https://elpais.com/cultura/2020/02/26/babelia/1582712959_992820.html?event_log=oklogin
Billo’s Caracas Boys, Rafael pollo Britto.
Era una big-band de la época de mi abuela (años 50) muy famosa por cantarle a mi ciudad natal (Caracas) y que se escucha las nocheviejas por toda Venezuela. Para mí esto es la niñez y tiene el sabor musical de mi país. Esta versión es un popurrí que hacen músicos de mi generación: El Pollo Brito y el grupo de instrumentos de cuerda C4Trío. Una belleza: https://youtu.be/Qpeln8M4gE0
Esto es la que hay, Los amigos invisibles.
El video le hace un «tributo» al motorizado, un personaje muy popular en Caracas: https://youtu.be/XhVbLgf3rqE
OBJETO: Cuadernos de notas de mi novela Malasangre
BIOGRAFÍA Y VIAJE:
“Me vine a Madrid a cumplir el sueño de ser escritora. Llegué en enero de 2015, justo un año después de la muerte de mi papá. El 24 de enero de 2014 a él le dio Accidente Cerebro Vascular en el tallo cerebral y dos días después ya no era. Como fue de un momento a otro, nos sorprendió a todos y más a mí que a nadie, pues estábamos muy apegados. Me di cuenta de que tenía que vivir al máximo porque podía morir de un momento a otro, como él. Así que decidí, de una vez por todas, dar el paso para convertirme en escritora. Y la ciudad para hacerlo era Madrid. Desde entonces hasta ahora he estado bregando por desarrollar una obra propia en esta selva inmensa y maravillosa que es la literatura escrita en castellano”.
El miedo más grande de Michelle Roche Rodríguez es perder su libertad. Y toda su existencia, profesional y personal, se ha construido sobre esa premisa. Por eso, su vida está en los libros. La literatura es la emancipación cabal, porque ¿qué libertad más grande que apartarse de la realidad en las fantasías de otros o en las propias? No es una sorpresa, entonces, que ella haya escogido como opción de vida la escritura. «Toda la gente que lee de manera adictiva sueña alguna vez con publicar un libro», escribió una cuento titulado «Fuera de personaje», que permanece inédito. El relato ha pasado década y media de correcciones y esa frase ya no está allí, pero eso no quiere decir que no sea cierta.
Michelle se presenta como una profesional que «escribe todo el tiempo» y no miente. No podría mentir, una persona que adore la libertad no se anda con eufemismos ni medias verdades. Eso sería socavar la libertad de otros. Y la primera ley para vivir libre es no molestar a los demás. Pero volviendo a lo de escribir todo el tiempo: es una necesidad y una condena. Dedicada al periodismo cultural desde su trabajo para la prensa venezolana, Michelle se mudó a España en 2015 trayéndose a cuestas una casa de letras: una revista digital donde convirtió su pasión por leer en un servicio público de recomendación de libros. Esa casa se llama Colofón Revista Literaria. He dicho que Michelle no miente y he mentido. Ella miente, en la ficción, miente. Porque las novelas y los cuentos son las historias que nos contamos para comprender el mundo. Son falsas esas historias, aunque muchas apelen a los recuerdos. (Incluso, quizá, por eso). Es en esa falsedad donde todos cabemos. A eso se le llama «universalidad» en la literatura. Sin embargo, para desquitarse de la obligatoria falsedad de la ficción, Michelle prefiere escribir sobre las mentiras que construyen las sociedades: por eso dice que su interés está en los mitos cotidianos y en el feminismo. Lo primero se entiende sin problemas, pero lo segundo necesita una aclaratoria. En opinión de esta escritora, el feminismo es el movimiento cultural e intelectual más importante de Occidente porque reivindica a más de la mitad de las personas que habitan el mundo, cualquiera que sea la clase social a la que pertenezcan. También acaba con la mentira, inventada por la Historia, de que los hombres protagonizaron el pasado. Pero estas líneas serán mas útiles para conocerla si salimos de la teoría y entramos en la narrativa. Las ficciones de Michelle se ocupan de la hipocresía de nuestra realidad.Quieren desenmascarar al patriarcado detrás de la descripción de una femme fatale o desarticular la tragedia de la esposa modelo cuando su marido es inadecuado. En la vida real, esos intereses la convierten en una persona insoportable: siempre lista para señalar el eufemismo. Lo que no resulta en sus relaciones personales, le funciona para la vida que adora, la de las palabras. Por eso solo se siente bien y sin miedos cuando escribe. Michelle es una mujer que vive presa de la literatura.